De la mano de Mionix, una empresa sueca de periféricos que está entrando con fuerza en nuestro país, nos llega un ratón interesante, el Avior 7000. Echemos un vistazo a sus características:
¿Y qué podemos decir de este ratón de gaming? Lo primero que más llama la atención al abrir la caja es su característico diseño ambidiestro, que parece estar a medio camino entre el archiconocido Abyssus de Razer y el Templarius Gladiator de Aerocool.
Aunque, como diestro que soy, prefiero ratones diseñados ergonómicamente para mi mano, reconozco que el Avior 7000 se adapta bastante bien a mi zarpa, y me resulta bastante cómodo de manejar. Como ratón para ambidiestros que es, podemos ver dos botones a ambos lados, que se pueden habilitar o deshabilitar de acuerdo a nuestras preferencias personales.
Lo segundo que más llama la atención es su aspecto, con un color negro mate muy sobrio, sin colores o formas llamativas tan habituales en los ratones de gaming. Si te descuidas, casi podría pasar por un ratón de oficina normal y corriente, pero esto cambia nada más conectarlo al PC, aunque de eso ya hablare más adelante.
Podemos observar también la típica rueda del ratón que es también un botón (no hay sorpresas aquí en este sentido) y dos botones justo debajo para controlar la sensibilidad del dispositivo (DPI). En total nos encontramos con nueve botones que, como todo ratón de gaming que se precie, son completamente programables.
En cuanto a nuestro primer contacto, el ratón resulta suave al tacto y su superficie parece bastante resistente a nuestras sudorosas huellas. Da la sensación de ser un ratón bastante robusto y sólido, capaz de resistir nuestros ataques de ira más descontrolados, aunque en ese sentido aun no lo he puesto a prueba. Dadme tiempo a iniciar una partida de Hearthstone.
Es una vez conectado al PC cuando empieza la fiesta. Tanto la rueda del ratón como el logotipo que encontramos más abajo empiezan a iluminarse con unos vistosos led que pueden dar más de 16,8 millones de colores, algo cada vez más habitual en ratones de gama media-alta. Los botones también responden bien, con una pulsación comoda y agradable.
En cuanto al movimiento del ratón, su sensor óptico ADNS – 3310 ha respondido perfectamente, con una suavidad y estabilidad considerable, sin aceleraciones ni efectos extraños tanto con alfombrilla como sin ella.
El software que se incluye para configurar el ratón no me ha dado excesivos problemas, aunque he tenido algún pequeño “cuelgue” extraño. Puede haber sido problema del programa, o del PC que he utilizado (chi lo sa?). El programa te permite configurar cada uno de los nueve botones del ratón, el rendimiento del sensor y los colores de la rueda y el logotipo de una forma bastante intuitiva.
También me gustaría destacar que lleva incorporado un chip ARM (como el de los móviles) con 128 kb de memoria interna para guardar hasta 5 configuraciones de macros. ¿Qué te vas a casa de un amigo con tu ratón? No pasa nada. Tus configuración se queda guardada en el ratón.
En definitiva, y tras un día de pruebas, creo que es un ratón bastante notable que vale los casi 60 euros que cuesta. Una buena compra para el gamer exigente, sobre todo si eres zurdo.